Un cuerpo en escena, una ventana abierta, una caída. 5, 7 Maggy y el viaje desde la infancia entre la vida y la muerte.
- Idearte Oaxaca
- 8 jun
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Por: Abigail Sánchez Cué
Cuando se abra una, tendré consuelo. Más las ventanas no existen, o no puedo encontrarlas. Acaso es preferible no encontrarlas.
Constantino Cavafis. Ventanas.

Desde hace más de 25 años Carapacho Teatro, surgido como un proyecto de egresados de la Universidad Veracruzana, ha contribuido al desarrollo de un teatro independiente crítico y comunitario. La labor se ha basado principalmente en la exploración del teatro de calle, espectáculos para toda la familia en espacios públicos, teatro con máscaras, títeres y propuestas didácticas de acercamiento a las artes escénicas.
Los últimos años ha destinado su labor principalmente al desarrollo y la democratización del teatro en la región de la sierra mixe del estado de Oaxaca. Desde 2007 con la fundación de la Sala de Teatro Neptääjk en Ayutla, ha permitido la incorporación del teatro a una realidad que no solía tener acercamiento a esta expresión cultural y artística. Los proyectos que han generado en la región, han permitido la presentación de más de una veintena de espectáculos que han sido disfrutados por una múltiple comunidad de espectadores de todas las edades.
Y es que su labor comunitaria se acompaña no solo de escena teatral que se ha presentado en escuelas, canchas, tianguis y fiestas patronales, sino también de talleres para niñxs, programas de formación de formadores mediante diversas estrategias teatrales y pedagógicas. Parte de esto, los llevó a la creación de la Radio Comunitaria Konk Anaa y fue gracias al proyecto de Siembra Teatral en la región Mixe de Oaxaca que surgió la obra 5, 7 Maggy.
5, 7 Maggy, muestra de manera íntima y cercana el mundo interior de una niña que vive con su tía y la manera en que el mundo de las exigencias de los adultos y las instituciones educativas, suelen orillar en muchas ocasiones a las infancias a sentirse incomprendidas. En la obra, que nos presentan con una sencilla escenografía, la intérprete Yanina Vázquez Valdéz da vida a Maggy, quien se escapa de la escuela para así entrar en una aventura interior que nos lleva a escuchar sus necesidades, miedos y anhelos entre la vida y la muerte.
La pieza es un viaje íntimo al mundo de un ser pequeño frente a un mundo abrasador y lleno de presiones externas. La obra cuya forma escénica es el unipersonal, se vale de historias reales recuperadas de un proceso de creación escénica de más de dos décadas.

La “dramaturgia original se nutre de historias reales de abandono infantil en zonas marginadas de Oaxaca” nos cuenta el maestro Kayo director de la agrupación y del montaje. El proyecto “Siembra Teatral”, que cuenta con esfuerzos en 84 comunidades de Oaxaca, principalmente en la zona mixe y los valles centrales; reafirma ante todo el teatro como “semilla de transformación social desde la infancia”, y esa fue la cuna del montaje 5, 7 Maggy.
La pieza representa distintos planos de la historia, uno real donde vemos a la tía, sus perspectivas sobre su sobrina, sus preocupaciones y miedos y otro en el que Maggy nos va guiando por un universo onírico. Esta yuxtaposición de planos nos permite, gracias a la precisa actuación de Yanina Vázquez Valdéz, explorar la simbólica relación entre múltiples significados de la historia, donde el espectador es invitado a hacer una valiosa interpretación.
Una propuesta que nos deja muchas preguntas, que nos atraviesa en lo hondo, y parte de ello es producto de la música que acompaña la puesta, la cuál fue compuesta de manera original por Daniel Cruz, entre violín, piano y el cello interpretado por Luz Elena Mayoral. Mientras vemos a una sola actriz en escena, intercambiando entre tres máscaras, una iluminación precisa y lidiamos con el impacto por saber, ¿qué va a pasar con nuestro personaje? ¿Logrará sobrevivir a una realidad que la domina? ¿Salvará su vida en el intento por ser libre? Las voces, tonos corporales y movimientos de la actriz que da vida a Maggy nos van acompañando a buscar algunas respuestas, su energía nos mantiene atentos en todo momento.
Como muchas de las obras cocinadas en Oaxaca, el trabajo de Carapacho Teatro se ha buscado su lugar en un contexto que muchas veces no está preparado para lo escénico, donde la gestión de públicos y espacios se vuelve cada vez más compleja. Sin embargo es gracias a compañías como ésta, que tejen su trabajo entre el teatro de sala y la acción comunitaria y de espacios culturales como Casa Ceiba, que resisten por sostener una comunidad teatral; que las propuestas escénicas locales siguen dignificando un teatro potente y socialmente justo.

5, 7 Maggy es un ejemplo de apuesta por un teatro que más que llamar la atención por su apuesta estética, nos coloca en un plano de reflexión profundo, lleno de significados y críticamente colocado. Pieza que hace eco de manera ideal para ser vista por muchas personas en distintos espacios, sin importar la convención tradicional de una sala de teatro. La obra es más bien un manifiesto social, que permite tener en cuenta el papel de las infancias en una realidad dura, de abandono, despojo y violencia. Las máscaras, el movimiento y la voz se vuelven herramientas reflexivas para atender a un público diverso y Carapacho Teatro no deja pasar la oportunidad de hacerlo, con este montaje dejan muy clara la responsabilidad que como adultos tenemos que seguir atendiendo ante el descuido de entornos seguros para nuestras infancias.
¡Gracias por leer y ser parte de esta conexión creativa!
Recuerda que IDEARTE respalda a creadores artísticos independientes para
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