Canela Fina, espacio cultural dedicado a la exposición de fotografía documental. Apertura y gran degustación con la exposición “Hasta no verte Jesús mío”
- Idearte Oaxaca
- 23 jun
- 4 Min. de lectura
Por: Abigail Sánchez Cué
Para todo mal, mezcal;
para todo bien, también;
y si no hay remedio,
litro y medio.
Dicho popular
El pasado sábado 07 de junio de 2025, un nuevo espacio surgió en la Ciudad de Oaxaca. Canela Fina, galería y espacio cultural dedicado a la fotografía documental, aperturó sus puertas con la exposición colectiva Hasta no verte Jesús mío un homenaje al mezcal, a las manos que lo producen y las distintas miradas de un fenómeno cultural e histórico, profundamente ligado a la geografía e identidad del estado de Oaxaca.

La mezcalería “Ciush”, ubicada en el 1203 de la calle Porfirio Díaz en el corazón de la ciudad, alberga en la parte de arriba de su espacio el destino de estas fotografías, en un importante esfuerzo por aperturar una galería distinta, especializada en la documentación fotográfica, donde una perspectiva política, social y artística.
Mariana Alcántara Lozano, provocadora del encuentro, quien es la creadora, directora y galerista de esta “no galería”, como ella misma la llama, describe el proyecto como uno basado en “temáticas”. Esta es una forma de entender la elección de la obra a exponerse, desde un tronco común que invite a diversos artistas a aproximarse a un mismo sentido creativo. La exposición inaugural, que deseamos sea la primera de muchas, Hasta no verte Jesús mío une desde el agave oaxaqueño las fotografías elegidas, pero no será la única línea temática a seguir, a pesar de estar ubicados arriba de una famosa mezcalería.
En esta ocasión y como se pretende sea más adelante, las exposiciones estarán conformadas por artistas locales de talla mundial, pero también con miras a la democratización y la accesibilidad por distintas convocatorias a artistas locales emergentes. Nos cuenta Mariana Alcántara, que si los discursos fotográficos propuestos obedecen a nutrir la narrativa de determinada exposición a nivel temático, será bienvenida lo mismo una fotografía producida por un artista de renombre, que por un artista principiante o de la escena independiente. El espacio busca ante todo, ser elegantemente diverso.

Tony Petate, Alberto (El Negro) Ibáñez y Fernando Armenghol protagonizaron la primera exposición de este espacio. Uno con una mirada cinematográfica ante la fotografía, la expertis y trayectoria del segundo “El Maestro Negro” y toda la cercanía desde una lectura antropológica en la mirada de Armenghol. Los tres fotógrafos invitados representan un cruce generacional de alta trayectoria en Oaxaca, donde la mirada multidiversa a través del lente, permite una cuidadosa selección representativa de obra previa de los tres autores, todas ellas expuestas en blanco y negro y con un elegante enmarcado.
Un rasgo distintivo de esta exposición, obra del esfuerzo conciso de Mariana Alcántara como curadora, fue la publicación de un atinado catálogo que recupera todas las piezas de la exposición de la mano de detallados aspectos de la obra de los tres autores, así como datos y palabras poéticas en torno a la exposición. La primera parte del catálogo con la presentación de la obra, está en español, inglés y zapoteco; además comienza con una leyenda que atrapa al espectador: “Lo que tiene el lector en sus manos es un esfuerzo colectivo entre artistas, colaboradores y especialistas, que apuestan por la fotografía documental y su dimensión crítica y discursiva.” Y es que durante toda la pequeña pero potente muestra, uno se siente cobijado, acompañado por las fotografías y el recorrido que éstas suponen.
Hay momentos de la exposición, sobre todo al inicio, en que el espectador es convocado a leer más allá de las fotografías, con datos y entramados del lenguaje, como parte de las fichas de obra. Esto es algo a resaltar, pues se busca otra lectura de la museografía de la exposición. Se sugiere contar con más elementos que seduzcan al ojo del público.
La “no galería” Canela Fina es manifiesto de imágenes sólidas con la realidad. Esa es la fuerza que tiene el documental como forma artística, es un retrato cercano, real, que apuesta a dar voz e imágen a lo que necesita ser nombrado. Dignificar las voces, manos y vidas que dan sentido a la tradición mezcalera en Oaxaca, en esta ocasión es un acierto del espacio cultural que convoca, pues solo así seremos más consciente del cuidado y la atención que le ponemos a nuestro legado cultural.
Doce fotografías armaron la exposición inicial de Canela Fina y con esto Mariana Alcántara de la mano de un equipo autogestivo, logró aperturar un nuevo espacio necesario en la ciudad de Oaxaca, uno donde la obra artística no solo sea expuesta o puesta en venta, sino donde la crítica propia del documental, sirva también como lucha y denuncia.
Cabe mencionar que el espacio, busca ser también bastión de talleres en torno a la fotografía, pero con la intención de abrir espacios de formación continua también en otras disciplinas artísticas. Un nuevo rincón a ser visitado en el centro de Oaxaca, para seguir alimentando un espíritu crítico dentro de las artes y sus formatos contemporáneos, donde haya cruces, intercambios y sobre todo visibilidad al legado artístico y experimental del presente.

Pueden seguir el trabajo y próximas exposiciones de Canela Fina en: @espacio.canelafina
Como parte de las activaciones de la exposición Hasta no verte Jesús mío, se impartirá el próximo sábado 28 de junio un taller de Foto Bordado. Más información en redes sociales del espacio.
¡Gracias por leer y ser parte de esta conexión creativa!
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